20 junio 2007

CORDOBA SE MUEVE COÑO!!!

Aqui, aislado en esta puta ciudad de mierda, lejos de los mios, siempre se agradece leer textos como este, que hablan de tu ciudad, y de esta manera tan reivindicativa, para hacer llegar a quien quiere tener todo atado y bien atado, que se de con un puto canto en los dientes y que, por lo menos en Córdoba, parece que la cosa esta cambiando, empezando por la difusión de cultura por la via ARTISTICA, más allá del tablao flamenco, los toros y la copla... Leed si os apetece, a mi por lo menos me alegran bastante este tipo de publicaciones:




En pie de guerra

Algo se mueve en Córdoba. Varios colectivos juveniles hacen de la cultura un arma combativa con la que reivindican una sociedad diferente a la impuesta


No basta con crear, también hay que comunicar y remover conciencias”. Con esta rotunda premisa, los jóvenes más inquietos de Córdoba se han puesto manos a la obra y, frente al talante conformista que con frecuencia se les adjudica, están promoviendo todo tipo de iniciativas -individuales y colectivas- que servirán de revulsivo en una sociedad “anquilosada”, “tradicional” y “poco arriesgada”, al tiempo que intentan abrirse un hueco en un panorama artístico todavía dependiente de los organismos públicos.

Así lo explica Elisabeth Zapata, actriz de la compañía En-crudo Teatro, creada hace tres años por Nieves Pedraza y otros estudiantes de la Escuela Superior de Arte Dramático.

Como su propio nombre indica, la compañía refleja “una realidad cruda” en sus obras, que abordan temáticas tan “duras” como la violencia de género, el papel sumiso de la mujer, la religión como parásito del individuo o la incomunicación que causa la desestructuración del núcleo familiar. “Incluso durante la representación de Las presidentas, mucha gente se salió de la sala”, recuerda.

Para Elisabeth, en Córdoba resulta “arriesgado” vivir del teatro si traspasas la frontera de lo comercial: “el público no quiere cosas demasiado escandalosas y los organismos públicos apenas ofrecen oportunidades o sitios en los que trabajar, pero como dependemos de ellos, no te la puedes jugar”.

De ahí que, para superar tantas trabas, En-crudo Teatro decidiera incorporarse a la Plataforma Reivindicativa Con el arte a alguna parte.

“El colectivo se gestó hace dos meses de la mano de algunos grupos de heavy y rock para exigir locales de ensayo dignos y baratos. Luego fue tomando cuerpo cuando otras formaciones de música y teatro se sumaron a la protesta y el dinamizador del Centro Cívico de Lepanto comenzó a ayudarnos”, narra.

Actualmente, integra la plataforma, que tiene su sede en la Casa de la Juventud, una larga nómina de grupos de jóvenes cordobeses como Sapere Aude, Sleeping de Monkey, Malinche, No Moon, Faith, Kogorza, Kej’arte, Purgandus Populus, Conjunto Instierkol, Cheap n’Nasty, Black Bird, Asociación Juvenil Metal Lords, Corporación Wendigo, Pulgax 7, Corresponsales Juveniles IES Blas Infante, En-crudo Teatro, Entre Cajas Teatro, Grupo Morfeo, Consejo de la Juventud de Córdoba y otros jóvenes a título individual.



El poder de la masa

Y es que “al asociarte, siempre puedes conseguir más, sobre todo si quieres que calen propuestas más comprometidas”, subraya Elisabeth, que presentará con su compañía la obra Extinción en la próxima edición del festival Eutopía.

No le falta razón, pues la alianza ya ha empezado a dar sus frutos: “dicen que o nos ceden un solar abandonado en la Fuensanta, o construyen una sala del arte en el Figueroa”, afirma la actriz.

Asimismo, a raíz de este éxito los integrantes de Sleeping the Monkey, Purgandus Populus y otras agrupaciones, han conformado un colectivo musical aparte que bautizado como Trovarock, pretende brindar posibilidades a los músicos de Córdoba, explica David Suárez, vocalista de Sleeping the Monkey.

Las edades de los miembros de este grupo oscilan entre los 20 y los 23 años. Pueden considerarse los benjamines de este tipo de movimientos, pero ya tienen claro que “en Córdoba si no tocas rumba, no tienes nada que hacer, menos aún ahora que ha cundido el rumor de que salas que ofrecían conciertos no podían hacerlo y nos están cerrando las puertas”.

El cerco se estrecha para estos músicos cordobeses, que lo único que reclaman es un lugar dentro de su propia ciudad en el que poder tocar. Por eso, cansados de tanta pasividad, hace un año pusieron en marcha un concurso de maquetas y un festival con el mismo nombre, TrovaRock, que repetirán los próximos días 29 y 30 de junio en el Arenal con su propia actuación, la de Kej’arte y otras ocho bandas más, explica David.

Y es que, conscientes de que la unión hace la fuerza, las asociaciones culturales juveniles están proliferando en la capital, dispuestas a hacer mucho ruido.

El ejemplo más claro es el del Colectivo Cultura Libre. Sus artífices se concentraron frente a la puerta del Gran Teatro en la pasada edición de los XL Premios de la Música, para divulgar todo tipo de proclamas en contra de dicha gala que apoyaba “los intereses de la industria cultural por encima de los artistas”.

Se escucharon palabras como “manipulación, agresivas campañas, argumentos falaces” o “medidas represivas” de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) que -según dijeron en un comunicado-hace de la “cultura un negocio”, en detrimento de una “cultura compartida, que facilite el acceso y la creatividad”.

Pero también, con la intención de dar salida a la obra de autores cordobeses menores de treinta años incipientes e “independientes” surgen otras asociaciones. Es el caso de Colectivo Caín, que El Semanario dio a conocer recientemente como “una herramienta divulgativa” de índole literaria que acaba de nacer de las manos de los jóvenes poetas José Daniel García y Nacho Montoto.

Con similar fin, pero en el ámbito artístico, el pintor y escultor Solimán López, ha constituido con tan sólo 26 años su propia empresa que inaugurará el próximo día 21 de junio.

Solimán crear-t y comunicar-t, aunará las funciones de gestión de proyectos culturales, servicio de fotografía artística, espacio expositivo y taller de artes plásticas y nace como un “lugar de encuentro” en el que plantear “proyectos colectivos y potenciar el arte contemporáneo sin límites”.

Para Solimán hacía falta un espacio con esta filosofía. Su trabajo más reciente, marcado por la obsesión con la identidad y el caos mediático, que plasma con máscaras aprisionadas por cadenas o instantáneas que muestran al ser humano desnudo y vulnerable, “no es muy entendida en Córdoba”, señala.



Contenidos no aptos para el público

Pero no siempre puede dar rienda suelta a su inconformismo -“una vía de escape de lo que me molesta”- especialmente al tratar temas religiosos.

Eso lo ha comprobado durante su última exposición en una conocida sala de la capital, en la que escuchó comentarios peyorativos sobre su obra, concretamente de una que representa una cruz de hojalata.

Esto ocurre porque, a su juicio, “la gente en Córdoba es muy ortodoxa todavía. Aquí domina lo tradicional, la cultura de los patios y la feria. Pero para evolucionar hay que prescindir de los prejuicios. Y a Córdoba le sobran”, sentencia.

Con la técnica ocurre lo mismo. “Muchos defienden que a mayor realismo, mejor es la obra. Pero existen miles de avances tecnológicos y cauces expresivos”.



Falta de apoyo institucional

El principal motivo que lo empujó a levantar su propio negocio es porque “aún quedan muchas cosas por hacer aquí, como apoyar a los artistas emergentes” pues la cancha virtual que dicen que se da a los jóvenes no es real: “no decidimos nada, no tenemos potestad. Damos, pero no recibimos nada a cambio”, lamenta Solimán, quien el año pasado fue uno de los promotores de Cambio Climártico, una macroexposición en la que participaron artistas de todo el mundo y todas las tendencias que, sin embargo, no contó con el esperado respaldo institucional.



Aguantar al frente

En cualquier caso, “lo importante es abrir mentes, hacer pensar y, sobre todo, no dejar indiferente”. Tal visión aperturista caracteriza a la cultura protagonizada por jóvenes cordobeses que, en contra de los tópicos, no piensan desistir de la ‘lucha’ cuando se hagan mayores: “no debemos ceder porque si no trabajamos nosotros mismos, nadie de arriba va a hacer nada por nosotros”, asevera Elisabeth.

En esta línea, perduran aquellos colectivos veteranos que llevan al pie del cañón muchos años. La poeta Pilar Sanabria cofundó uno de los más beligerantes, el Colectivo Abierto de Poetas Cordobeses, que el pasado mayo cumplió diez años.

La guerra de Irak, la violencia de género, la inmigración o la integración cultural siempre han estado presentes en sus actos y lo seguirán estando, según ratifica Sanabria.

Y, aunque la poeta considera que la cultura ha experimentado un importante cambio en las últimas décadas, piensa que “las instituciones no se involucran para hacer todo lo que se debe hacer” e incide en la poca promoción de los artistas cordobeses en el exterior.

Por eso, reconoce que todavía no ha perdido su espíritu comprometido y asegura que “siempre que haya algo injusto en lo que posicionarse, nosotros vamos a estar ahí”.

En su opinión, “cualquier artista debe de tomar parte y pringarse, puesto que éste no crea de forma autómata”.



Pinta way la cosa, aver si continúa asi :D

Abrazos de Puerk´O gentuzilla

2 comentarios:

Sukal dijo...

Lo guapo ad+ es k a algunos de ellos los conocemos, como por ejemplo al grupo No Moon...

Traca's Snakepit dijo...

y a los Faith tb